Día treinta y ocho.
"Adiós mi corazón, ¡que te den, que te den por ahí!" Deja de darle a Inicio (como si algo fuese a cambiar...). Vaya nochecita con todo el subidón y luego 'plaf!', pero bueno. Mi niña guapísima como siempre. O más, me atrevería a decir. Y las cosas buenas. Y las otras también. ¡No! ¡Espera! De esas no hubo. Pero bueno que sí. Flash and I thought you were there. Nope. Un reflejo, dice. ¿De qué tienes miedo pequeña? Jajajaja. ¡Qué grande frase! Y... ¡qué equivocada respuesta! Pero bueno, que no pasa nada y si digo otra vez "pero bueno" seré yo la que vaya de rodillas peregrinando hasta el Tomás Navarro a que me den con una palmeta en las manos. Y en la frente también. No, no puedo parar de iniciar. Inicio. Inicio. Todo el rato. Se acabaron las vacaciones por otra parte cuando todo estaba mejor. Con todo el mundo. Con todo el que lo merece. Claro. [Welcome to Tijuana]. Y la canción de anoche, "Legalización", en el Divino. Grande y cerrado. Y renovado....