Día ciento noventa y cuatro.

No puedo decir que haya vuelto porque nunca se fue. Sigue en mi cama como todos estos años. Ya ni recuerdo cuándo ni cómo fue la primera vez. ¿Sería especial? No lo creo. Muy probablemente fuera fruto de algún error. Algún error que sigue aún aquí. Horror.
Qué horror tener esta memoria que no olvida nada. Ni lo bueno ni lo malo. ¿Qué es peor? Porque lo malo te hace ver la verdad y lo bueno te hace ver lo que creías que era verdad y que nunca tuviste. Pero ahora calla, shh.
Porque ha vuelto el que nunca se fue porque echarlo es imposible cuando has aprendido tanto tras tanto tiempo a su lado.
Ha vuelto el insomnio.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día doscientos doce.

Día ciento veintisiete.

Día quince.