Día quince.

Yo sigo aquí, en mi caverna. Atada de brazos y piernas. De manos y pies. Contra la pared. Viendo sólo sombras reflejadas en ella. Sólo sombras de lo que pasa ahí fuera. ¿Cómo quieres que sepa lo que quiero? ¿Cómo quieres que quiera lo que quiero? ¿Cómo quieres que quiera lo que me conviene? Si ni yo sé, ni tú sabes, ni nadie sabe qué me/nos conviene. Y sigo aquí, presa del miedo, de la locura. Presa de Platón. Adicta a la droga que contamina cada uno de mis vasos sanguíneos. Esa. Sigo siendo presa de la filosofía incomprensible. De mi locura, otra vez. De no saber qué digo/pienso/quiero y de todo lo contrario. De saberlo totalmente, locamente, hasta llorar riendo y reir llorando. Loca. Maníaca maniatada del dolor de estar abandonado. Solo.
Y suspiros.
[Que estamos hechos de lo mismo que las flores, y doncellas que están hechas de lo mismo que estrellas.]Rapsusklei.

Y yo sigo en mi caverna, porque me aterra salir de aquí. Pero sin embargo, quiero salir. Quiero quedarme ciega de pronto y luego descubrir la realidad poco a poco hasta que mis ojos se hayan acostumbrado totalmente a esa luz cegadora. ¿Qué más daría si no hay agua? Pero vuelvo a pensar, ¿qué pasaría si me abriese la cabeza? No sería bueno. Mi pequeña caja de Pandora. Llena de todos los regalos también, pero así como hay regalos buenos, los hay malos. Casi más de los últimos. No, no seas insensato y abras esta caja, es peor que abrir un corazón. Porque éste sólo siente. Pero no sabe lo que siente. No le da vueltas a las cosas. No sabe qué está bien y qué está mal. ¿Qué más le da al corazón lo que tú pienses?

(No sé ya ni de qué estoy hablando, algún día dejaré las drogas y comprenderé de qué hablo, así como todos cuantos están a mi alrededor. No. Lo dudo. Pero se podría intentar. )

[Y, ¡Dios! ¡Cómo odio que me mientan! Y parece que piensan que soy tonta. Y que encima como estamos en el siglo XV pues no se descubren ya este tipo de cosas. ]

Seguiré intentándolo de todas formas (el salir de la caverna), y sé que algún día lo conseguiré. Así como trabajar en algo que implique escribir todo el rato (aunque sea escribiendo las notitas que vienen dentro de las compresas/notitas inspiradoras de historias con un hilo argumental bastante diferente de la presentación final, mucho más asquerosa, por otra parte).

Algún día terminaré de perder el juicio, y me volveré completamente loca (sí, y no es valga la redundancia).

Loca como Juana. Yo también uniré España finalmente bajo la misma corona. Y también murmurarán todos que estoy endemoniada. Aunque en mi fuero interno simplemente seré una triste loca. (Aquí no hacía falta poner "fuero", pero bueno, es para que alguien diga 'oh!aún se acuerda!')

No/Sí.

Cualquier día seré imperfecta como siempre. Loca como siempre. Y estúpida como siempre.



Miss Less*

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día doscientos doce.

Día doscientos once.

Día ciento veintisiete.