Día ochenta y cuatro.

No podía esperar más para hablar de lo maravillosa que puede ser la vida a veces. Perdón, a veces no, cuando eres del Barça. Culé. Catalán. Catalino. Cataluzo. Whatever. FELICIDAD. Y Fútbol con mayúscula. Ves llegar el primero del chorreo (de ellos) y te acuerdas de la madre que los parió (obviamente), no hacen nada, tocan, tín y chás. Gol. Penigol, claro. Las Pipas me las como yo a "puñaos", odo ya. (Y un gran gol, ¿qué le vamos a hacer?). Pero hijo, se caldea el ambiente. Un insulto por aquí, más grititos por allá (a Dios gracias por no ser de esas mujeres que van a ver el fútbol para regodeo de sus madrinovios y que se dedican a insultar a mi amigo Víctor el antes conocido como "Cariátide" que está pasando a ser "Manopán", me gusta el fútbol cariño). Y lo mejor es ver como las caras de los madridistas se ponen moradas, como se atragantan con el condumio (pizzapan) con las pataticas o con derivados de encurtidos, cuando ven llegar al francés con hambre. Zasca y gol. No, perdón otra vez. GOL. Sigamos queridos, que queda mucho todavía. No pasa mucho hasta que Xavi se la pone a Puyol que tenía ansias ya, por lo visto. Y el portero que hace así porque no la vió, GOL. Felicidad en aumento. Dame un beso, noquestoyenfadado. Parecía que venía el tercero pero no, San Casillas tararí. "Ahora es cuando el Madrid se viene arriba", sí, pues como no hables del cielo para rogarle a Peter que los deje pasar ya, que tienen pupita... Ah, y ¡zasca! Messi's goal. Descanso. Cabezazo y gol de Ramos. Nain. No todo está perdido. Más se perdió en .... el 98. Llegamos otra vez. ¡Ay mamá! Que llega el cuarto, pensaba que había acertado mi predicción, pero no, aún nos quedaban dos. En fin. Que es un gol de tres-cuatro segundos. Es un pseudorgasmo futbolístico. Un placer. Henry, con mucha clase. Por otra parte, ¿Casillas estaba recogiendo molinicos de viento o qué me cuentas? Tacatá. Y el taca taca para estos, ¿cuándo? Todos rezaban ya, unos para que acabase y el partido y otros para que llegase la manitarl. Y llegó, llegó a manos / a pies del pequeño gran hombre. Messi Jarl. Un uno contra uno como en la ida, Valdés y Drenthe, igualico, pero con distinto final josmíos. Bueno, igualico igualico, no. Estamos hablando de Leo, por favor. Y ya, para la locura final, el sexto. El gol a rodabrazo (por lo de llevárse el saquete). O el de ida y vuelta (el gol en sí). Un GOL grande también. Piqué. El que marcaba el primer gol de la Sele en el Bernabeu, el que se apellida así, marcaba el último. Yo creo que lloré. No me dan de comer, no me pagan, no me dan nada a parte de buenos momentos (malos también) y buen fútbol. Y sí, a lo mejor alguno que otro se mosqueó y tuvo roces con el arbitro, pero no lo tiró al suelo, lo pateó, siguió intentando agredirle (intentando, dice) y luego siguió con el pobre Albín, creo. Ahora sólo os queda echar las culpas a los arbitros, al "presidente", a Zetapé, a mi prima la del pueblo porque conoce a un amigo del sobrino de la tía de un amigo de Enjuto y a quien os salga de los. Pero nunca, digo y diré, echéis las culpas a los futbolistas, si ellos sólo están para hacer publicidad y conducir cochezacos. [·Sarcasmos pogua·]. Hoy me doy por vencida por el sueño. Aquí dejo lo que me da la gana dejar. No sin después (para ser antes lo tendría que haber escrito antes, opio) advertir de la empanada mental fritaquetengohaciendolaMilienMóstoles [cojo aire] que llevo encima.

Y este Miércoles de meriendacena, Chelsea con patatas.

Salgo locarl.



Miss Nakedwomanftw*

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