Día ochenta y siete.

[Obviamente algo tenía que pasar en la Copa y fueron los pitos y lo de que ganó el equipo de la temporada ya lo sabíamos todos y lo que es un fuera de juego ya lo sabemos todos menos los eles del sábado, ¡aysuprimo! Y la liga pa' Canaletas también.]

Se abre el telón y sólo hay oscuridad y locura. Ves fotos de caras bizarras que te recuerdan a amapolas por su falso parecido (aunque en realidad algo sí que se parece, desde un punto de vista pornoabstracto) y demás. Remolinos de luz y color en fotos tomadas con una velocidad de obturador lentísima y a toda velocidad. Y el veredicto: te verás obligado a escribir microrrelatos el resto de tu vida, per secula seculorum (genitivo plural neutro [creo]). Y ahí van.

El primero, trata de un avión sin rumbo fijo. Una gaviota que trastabilla entre las nubes de su propia ignorancia y un mar de color verdoso lleno de sal y de lágrimas dulces. Un rayo de luz que aparece de la nada y que refleja su fulgor en un faro en la más profunda oscuridad y un coche fantasma que se incorpora por la derecha con nocturnidad y alevosía. No hay nada más que un lago oscuro en la penumbra de nuestros pensamientos lúgubres. Hasta que un día, después de tanto errar (3) errante (1) te das cuenta de que si abres los ojos verás algo más. Y lo haces y ya está. Se acabaron los viajes sin saber el destino. Las gaviotas no vuelven a tropezar. Dejarás la oscuridad para siempre cariño porque ahora sabes que tú eres el propio Sol de tu heliocentrismo. Y que siempre lo serás del mío. No matter what. Sangre de la sangre que me dio sangre a mí misma. Te quiero hermanita pseudopequeña.

Y, ¿qué más? Se me olvidaba. Un poquito de música. De BSO. Il padrino. Y ya está. Ahora, metidos en ambiente... La famiiilia. ¡Flash! Abres los ojos y ahí está, el Padrino... ¡jorl! Ni si quiera parpadees porque puedes perder las piernas y los ojos y ¡adivina! este es mi blog y voy a escribir lo que me salga de los ... dedos. Y ahora la madrina y la matriarca perdonan más la vida que el mismísimo Padrino en persona. ¡Qué imbécil fui al dejarme llevar por el insulto fácil! Es lo que más siento de todo lo que puede haberme pasado en estos años. No debí hacerlo, ahora vivo amenazada de muerterl. Cualquier día puedo despertar con una cabeza de caballo en mi cama o lo que es peor... ¡con el caballo entero amenazándome! No, no creo. Los caballos son errantes y van herrados de por vida. ¿Qué haría un caballo en estas circunstancias? Galopar y pillarse un Galloper para trotar con más brío y una miaja más de caballos. No puede ser. El ser humano es imbécil. Y yo lo que más odio en una persona a parte de que me mientan / se inventen cosas es que no sepan escribir. ¿Hacia dónde va este mundo? Toda la culpa es de los "rojos" que llegan al poder. ¿Power to the people? Que aprendan, por el nombre de Cervantes si les vale. Que un día voy, voy, voy, voy, voy y no sé qué hago. ¡Analfabetos al poder!

Gracias a Dios tuve suerte de ser un pelín autodidacta. OMFG.

Posdata para aludidxs: de verdad, me importa una mier*a lo que tengáis que decir. En serio, guardad vuestras fuerzas para ponerme a parir a espaldas para descargar así vuestra ira contra mí porque yo no tengo que decir a thing.

Miss YanoescribonuncaenmiBlog*

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