Día noventa y cuatro.

Un demonio, una cajonera diabólica, millones de motas de polvo debajo de la cama (junto a mi pasado y mi historia), azufre... Despertar sabiendo que fue un sueño quien me dictó todo esto. De nuevo el ser feérico que vive en el Infierno debajo de mi cama es el culpable de todo esto, de mi locura nocturna.

Estoy harta de los gritos de los mudos que me llaman la atención, de las miradas de los ciegos que quieren saber todo lo que hago. Estoy harta de dar explicaciones a todos los sordos que me quieren escuchar. Estoy harta del aceite, harta de ser siempre el agua. Harta de tener que estar a su servicio, señor/a. Harta de ser siempre cualquier palabra precedida por el prefijo "sub". Quiero ser ultra e ir más allá de tu comprensión, quiero intentar entrar por las ventanas de la gente y quedarme enganchada en el tendedero. Saltar por la ventana y llegar al mar. Viajar en un mar que me envuelva mientras sé que es imposible querer lo que quiero. Llegar más lejos, subir más alto. Flotar sabiendo que una tormenta será de todo menos virulenta. Y llegar después a la conclusión de todo: "Cogito ergo sum", ya es hora de pensar y ser y ser y pensar. Ya es momento de dejar atrás las piedras para encender el fuego, de usar palabras que sabemos que no se pueden usar en frases que no sabemos ni lo que quieren decir. Es momento de no contestar a nimiedades. De estar por encima de todas las cosas que queremos dejar por debajo. Y no dejarnos atacar sin morder y desgarrar la mano de alguien antes. No podemos dejarnos guiar por alguien que no sabe lo que son el poder y el dinero ni cómo domarlos. No a la utopía destructiva. No al poder gratuito, ni al poder por el poder. No a las votaciones estúpidas que intentan tapar lo que casi todo el mundo piensa y nadie se atreve a gritar. No a su dominación, y MENOS a nuestro pasotismo. No a quedarnos callados mientras juegan con nosotros. No al racismo, machismo ni a la homofobia positivos. No al feminismo estúpido y exagerado de los últimos tiempos, una estudiante que se precie nunca será una estudianta. Acción, reacción. Sí a elegir, disfrutar y saborear la vida. Sí a mí.

Egocentrismo republicano constructivo.


(Abramos los ojos, nunca nada justo será posible, pero soñar está mu' rico.)




Miss Venomous*

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