Día ciento dieciocho.

Por la carretera que conduce al Infierno. Cogidas de la mano y aguantando la tempestad. La lluvia me cae por la cara y baña todo mi cuerpo. Silencio. Sólo hay oscuridad, pero no tenemos miedo. Sé que al final me espera una negra de ciento veinticinco. Y cuando consiga llegar a ella podremos huír de todo lo demás. Silencio. Y una sonrisa en esta oscuridad. No tengo miedo, quiero creer que no tengo miedo. Pero alguien parece que nos sigue. ¿De dónde salen esas voces? No hay nada allí, no hay nada que nos espere más que la negra preparada para volar. Pero detrás de nosotras sí que hay alguien, alguien que no sabe qué quiere. Nos persiguen el dolor, la envidia, la vergüenza y la venganza. Las drogas se han quedado atrás. ¡Rubia! ¡Corre! Vamos a refugiarnos al Hotel California. De pronto un sueño despierta entre las sombras de la memoria, era simplemente eso, un sueño. Y te despiertas, empapada en sudor. No, vuelvo a estar allí, detrás del hotel, en la piscina. El agua parece cristalina, pero va más allá de eso... no es agua, es puro cristal, pero sólo lo descubres cuando ya has saltado dentro. Y lo que salpica es tu sangre. Intentas salir de allí, pero con cada brazada sólo sientes más dolor. Nadie va a salvarte, recuerda que no le importas a nadie. ¿Dónde está la Rubia? Está dándose a otro, date por perdida. Cuando vas a dejarte vencer una luz aparece de la nada, es el Sol derritiendo los trozos de cristal. Todo a tu alrededor se convierte en un líquido rojo. Y hay cuatrocientas cincuenta y dos heridas en tu piel. [Thank Godness] Y no puedes más y lo único que quieres es salir de allí llorando.

Agobio.

Sólo quiero alimentarme de otra persona, ya que todos los mosquitos de la provincia están acabando conmigo. ¡Piedad! No puedo ni pensar entre tanto picor y dolor. No puedo, sólo me puede inspirar un hombre con una radial. Todos los recuerdos quemados por esas chispas. Ese olor...

No puedo, no, puedo. No, no, no. Sí, ¡qué cojonxs! Vamos a ver. Vamos y ahora vemos. No puede ser que sea el centro de atención de tantos universos paralelos, no quiero, en serio, me da igual tú vida y la tuya y la tuya y la de aquel, ¿qué os pasa conmigo? ¿Qué pretendéis? Si yo fuese una barriobajereta como vosotros pues... pero no, nain nain nain. ¡Que me olvidéis cohona!






Miss FTFW

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día doscientos doce.

Día ciento veintisiete.

Día doscientos once.