Día ciento dieciséis.

"A ti me encomiendo en esta difícil..."

Yo no soy ningún tipo de pastor, ni lo quiero ser, sólo quiero llegar a ser y dejar de ser. Como los tres tragos de té. El primero amargo como la vida, el segundo intermedio como el amor y el tercero dulce como la muerte. Pásame el azúcar, graciarl. Sufro demasiados trastornos, la verdad, pero es horrible ser tan hipocondríaca. Menos mal que me hago cuidar. ¿Cuatro estrellas? Eso casi me hace llorar, la verdad. Se llama felicidad, no sé quién lo ha hecho, pero gracias. Y muchas gracias más para ti, gracioso.

Mañana también podría ser un día distinto si despierto con alas, rodeada de plumas. ¿Blancas o negras? El destino está ahí, está la decisión de si ser o no ser, de vivir o no vivir. Mañana me cuentas todo con más detalle Destino, porque hoy no puedo más.

Creo que no puedo dejar de. Y prefiero que. Y mañana, cuando hable con el Destino me dirá de qué voy a morir y cuándo. A partir de entonces, mi vida será una travesía hacia el final, sólo que ahora el final será conocido. Será un viaje de aventuras, sin pensar en dolores ni por qués. (Llámame Lola). Y se acabó todo.





Miss Lolita.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Día doscientos doce.

Día ciento veintisiete.

Día doscientos once.