Día ciento cuarenta.

Como decía mi querido Gustavo Adolfo...

"Hoy la he visto... la he visto y me ha mirado... ¡hoy creo en Dios!"

En Dios y en el fútbol cuando ese "la" sustituye a: ¡LA TARJETA ROJA QUE SE HA COMIDO CRETINO ROUNALDOU! Quizás no me ha mirado a mí, pero en fin, ha sido un momento precioso. Después de sufrir porque el Málaga no llegaba al gol, lo intentaba y lo merecía pero nada. Después de ver cómo este pedazo de "señorito" (jclacjiasocjsaicojsoa) metía dos goles (uno de ellos quizás acabado en -azo, sí) y acababa con las ilusiones malagueñas (y con las mías)-los comentaristas venezolanos (¿?) ya los daban por muertos y hasta incluso en descenso a 3ª Regional...-, me ha llenado de orgullo y satisfacción ver cómo le pegaba un puñetazo a Mtiliga justo cuando el arbitro estaba a su lado. Que conste que no me alegro de que haya agredido a otro jugador, pero es que cuando ha sacado la tarjeta OMFG!!. A ver cuántos partiditos le caen al nene por romper una nariz (eso debería ser duramente sancionado, ¿no? ¡Vamos a recoger firmas por ello!). Y dicen que entró al vestuario para pedir disculpas porque se arrepintió inmediatamente. Mentira, seguro que lo llevó el abuelo Floren de la manita. Manita. ¿Manita? Ah, sí, esa parte del cuerpo que tiene CINCO dedos como los CINCO puntos que separan als Millors de los Merengones.

De emes (Ms) va el tema. Como el M que es pichichi ahora mismo. El gran piojo saltarín. La pulga atómica. El Mejor jugador del Mundo. El Messias. Y ya está.

Volvemos a la mala rutina a la que me tienes últimamente acostumbrada, esto no puede ser. ¡Me vuelvo loca! Además por tu culpa hay suicidios colectivos de palomas y conciertos de pajarillos a deshora. No puede ser. No puedes coger y darle la vuelta al mundo así porque sí -a mí mundo y a todo lo que nos rodea-. No puedes hacerme andar bajo la lluvia para encima después dejarme solica. ¿A quién voy a abrazar cuando me dé la vuelta esta noche? Y lo que es más, ¿quién me va a abrazar a mí? ¡¿Quién?! No me gustan nada los despertadores y tú tienes toda la culpa. Toda todita toda. Si es que, ¡cómo pretendo despertar con una tía perforándome los oídos acostumbrada a ti! No es justo. La semana tiene que volar, comos las palomas. Y si no me creéis -parafraseando al maestro del PimPam- os vais a coger amapolas. ¡Güea!

¡Aupa Málaga Arsa-arriquitaun!

Se venden camisetas, creo :)

[Oh Dios mío, en el post anterior se me olvidó firmar, ¡qué he hecho! ¡Noooo!]



Miss/Señora de G.-P.

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