Día ciento cincuenta y dos.

Anoche tuve un sueño.

Soñé que había un programa de televisión en el que las protagonistas eran unas mujeres ricas que se dedicaban a gastarse el dinero en “mirós” y vestidos caros sin importar que sus maridos tuviesen que despedir a gente de la empresa familiar para poder seguir teniendo esos caprichitos… A ese programa lo seguía otro en el que unas “chonis” enseñaban al mundo su forma de ser y presumían de no haberse leído un libro en su vida. Atormentada cambiaba de canal y encontraba un concurso en el que todos los participantes se insultaban los unos a los otros, demostrando una vez más que “Homo homini lupus [est]”. Descubría en mi sueño que el mundo estaba repleto de cámaras de televisión por todas partes: en mercadillos, burdeles, comisarías y academias de baile, ¡Dios mío! ¿A eso lo llamaban baile? Sí, una escuela de baile donde los profesores obligaban a sus alumnos a bailar lo más ligeros de ropa que el horario de emisión permitía, creando coreografías explícitas y todo para crear una tensión sexual a la que no pudiesen resistirse dentro de la casa que compartían. Era horrible mi sueño. En todas partes proliferaban cantantes, bailarines, modelos, ¿amantes?, famosetes varios y periodistas.

Esa era la peor parte del sueño, ¿periodistas? Personas que se autoproclamaban periodistas por hacer dos preguntas en un programa de cotilleos. Bien es cierto que nunca he compartido la opinión de que los cantantes (por ejemplo) se hagan, los cantantes así como bailarines –y hasta actores- para mí no se hacen, para mí nacen. Sí, siempre se pueden perfeccionar pero esa no es la cuestión. El caso es que yo creo que lo que sí que se tiene que “hacer” de todas las “profesiones” (si para el Estado lo son) es la periodista. Un periodista según la RAE:

1. com. Persona legalmente autorizada para ejercer el periodismo.

2. com. Persona profesionalmente dedicada en un periódico o en un medio audiovisual a tareas literarias o gráficas de información o de creación de opinión.

No veo por ninguna parte: “Persona sin escrúpulos autorizada por su aparición en determinados programas de “tele-realidad” dedicada a practicar el escarnio público y la desinformación general.”

Mi sueño se había convertido en pesadilla.

Anoche tuve una pesadilla.

¿Cuándo vamos a acabar con esto? Sí, ya sé la respuesta, nunca. ¡Antes jornalera que aparecer de esa forma en televisión!

*Miss ¿mujeres?¿hombres?¿Y qué? Eso ni son mujeres ni son hombres ni nada que merezca tener una palabra para autodefinirse.

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