Día ciento cincuenta y uno.

Me hago mayor y me quejo más -si cabe.[¡Cómo me gusta hacer ventanitas+r+winword!]

Hoy he tenido que ir al SEPECAM- al INEM de toda la vida. Tenía que llevar un certificado de estudios para demostrar haber acabado segundo de Bachiller. El caso es que la chica que me ha atendido ha sido súper amable borde. Cuando fui a apuntarme me atendió un señor en el “dpto.” de Orientación y me dijo que la próxima vez que fuese no hacía falta que hiciese cola ni nada, sólo que le diese el certificado. Bueno, pues hoy no estaba el señor que digo. Y sólo había dos señoras en sendos cubículos. No había nadie esperando y sólo una de ellas estaba atendiendo a un chico –la otra estaba pensando en que era invisible para ver si su sueño se hacía realidad así-. Cuando he visto cómo estaba la cosa me he decidido a ir al mostrador de Información, sí, yo soy así de valiente en las instituciones públicas. Pues justo cuando llegaba a la mesa, la señora que estaba allí, la Informadora, ha descolgado el teléfono y se lo ha puesto al oído mientras me sonreía con cara de odio. Yo también le he devuelto una sonrisa de esas que matan mientras esperaba tranquilamente a que quisiese hacerme caso. Ha terminado de tecletear (sí, tecletear) números sin sentido y al final se ha dado por vencida.

-¿Qué quieres?

-Sí, esto, buenos días [a usted también] , mire es que vine hace una semana y tenía que traer este certificado al señor de Orientación pero.. [me corta]

-No está.

-Eso es, ¿se lo doy a cualquier..[me corta otra vez]

-Pasa con la siguiente que se quede disponible.

Y se ha girado a mirar la pantalla del ordenador. Bendita educación que me dio mi madre. He ido hacia los cubículos de las señoras con ganas de trabajar y la que estaba ocupada ha sido la que me ha dicho que su compañera (que estaba intentando meterse debajo de la mesa) estaba disponible y que podía pasar con ella. Hacia allí que me he ido con mi certificado y como sigue donde “S” es la señora que me ha atendido (no viene a cuento poner “T” por trabajadora –¡qué mal suena!-, porque no) e “Y” por mí (¿E “Y” está bien dicho? ¿O bien escrito?).

S: ¿Qué quieres?

Y: Hola buenos días, mire es que su compañero [señalo hacia la mesa del señor que hoy no está] me dijo que tenía que traer este certificado de estudios [lo enseño, ya que los funcionarios y trabajadores de mostrador son así, hay que enseñarles las cosas para que vean que las tienes, que si no te echan para atrás a la mínima]para..

S: Vale, dame el certificado.

[Se lo doy y sin leerlo ni nada dice:]

S: ¡Ah! Pero esto no me vale a menos que aparezca la palabra “título” por algún lado. A ver, ¿aquí sale? Porque yo no veo que salga… [Va pasando la página mirando el segundo folio] Vamos a ver… es que si no pone la palabra “título” aquí no me vale, ¿eh?

Y: Señora, creo que sale ahí, en la primera página al final.

S: ¡Ah! Sí. Bueno, pues dame tu tarjeta.

Y: ¿Qué tarjeta?

S: [cara de odio supremo]

Y: ¡Ah, la tarjeta! Sí, sí, un segundo.

S: Pues es que si no la tienes no puedo dejar registrado lo del título.

Y: Sí, sí, si la tengo aquí.

S: ¿Quieres modificar algo más además de esto?

Y: Sí, el otro día su compañero redactó una lista con los conocimientos-capacidades que tenía y es que he estado redactando correctamente el currículum y es por si, o bien les puedo traer una copia o si le puedo decir los conocimientos que tengo.

S: Pues a ver, un segundo… [Se pone a trabajar con el ordenador]. A ver pues aquí lo que me sale es: “venta por teléfono, dependienta y recepcionista”.

Y: ¿Perdón?

[Ella me enseña la pantalla]

Y: Bueno, esos son los puestos para los que me puso su compañero, eso no es exactamente lo que yo quería cambiar.

S: ¿Qué quieres que ponga?

Y: [La miro por si se está riendo o algo, pero no, está en serio] Bueno, pues ya que enseña usted esto, me gustaría saber si lo de “venta por teléfono” se puede cambiar porque el otro día me llamaron para ofrecerme un “trabajo” [*EXTRA* EXPLICACIÓN DEL ENTRECOMILLADO: Me ofrecieron un trabajo para la venta por teléfono de unos productos de limitadores de consumo eléctrico o algo así. Trabajo de lunes a viernes con un sueldo de 300 euros –trescientos- más comisiones. Verídico, tristemente. ] y se trataba en esto, en vender por teléfono pero yo no tengo experiencia en ese campo, supongo que su compañero lo puso así porque le dije que había trabajado de teleoperadora pero es que no tiene nada que ver lo que yo hacía. Porque yo estaba recibiendo llamadas de.. [me corta]

S: Bueno, pero es que “teleoperadora” no es una profesión, la venta por teléfono sí y así es como lo tenemos aquí.

Y: [OJIPLÁTICA PERDIDA] Pues, tiene algo como “atención al cliente por teléfono” o “gestión de[me corta otra vez]

S: A ver, esto también es atención al cliente, lo que hago yo [¿En serio? ¿Esto es atención al cliente? ¡Pensaba que era desprecio al cliente!] Pero yo no lo puedo poner como atención al cliente. ¿Quieres que quite lo de “venta por teléfono” o qué?

Y: [Buscando la cámara oculta] Pero, lo que me quiere decir, es que ¿todos los trabajos que hace un teleoperador ya sea atención al cliente como gestión de incidencias lo tienen ustedes agrupado bajo el nombre de “venta por teléfono”? Es decir, ¿puede que llegue alguna oferta de trabajo que tenga relación con lo que yo venía haciendo aunque ahí ponga “venta por teléfono”?

S: ¿Te quito lo de “venta por teléfono”? [No, mejor pínchame a ver si sangro, que lo dudo mucho.]

Y: No, déjelo así, por favor.

S: Vale, ¿quieres cambiar algo más? Puedo cambiarte la ciudad para que la que te mandan ofertas de trabajo, que sea sólo Albacete, provincia o toda España, ¿quieres?

Y: ¿Se puede limitar la zona? Porque yo tengo vehículo propio y no me importa ir a un pueblo cercano pero.. [me corta]

S: Pero, ¡a ver! ¡Que yo no puedo estar aquí con los kilómetros! ¿Te lo cambio?

Y: No, no, déjelo. Muchas gracias.

S: [SILENCIO]

Y: ¿Ya está?

S: Sí.

Y: Pues muchas gracias [me ha enseñado usted que he sido muy afortunada al recibir una buena educación aunque haya estado trabajando dos años en una profesión que no existe ni es profesión. ]

Y así ha sido todo. Bastante curioso pero para nada difiere del trato que nos dan los funcionarios, por lo menos a mí que no sé si es porque me ven joven o… que no, venga, que ya sé que todo el que está leyendo esto está afirmando ahora mismo. Y quién no lo esté haciendo… ¡FUNCIONARIO!

Me gusta ver cómo tratan a la gente y después dicen que ellos sí que trabajan en desatención al cliente. Lo más curioso sin duda ha sido lo del certificado de estudios, ¡hay que ver lo que intentan a veces por escaquearse! Cuando me ha dicho que sin la palabra “título” no le valía, no sabía si estaba de broma o no. ¡Pero si ni la había leído!

Si la base es esta ahora entiendo que el país esté como esté. Bueno, que el mundo esté como esté. ¡Qué cantidad de gente inepta por ahí que aprueba un examen y ya se creen superiores al resto del mundo! Hay que empezar a bajar humos ya, pero ya. Con títulos o sin ellos.






*Miss Freak.

Comentarios

sandra ha dicho que…
JAJA, pues si que estás un poco loca!!! Pero bueno... quién no lo está, al menos un poco? Un besín guapa, espero tu blog de cocina.

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