Día ciento sesenta.

Y volví a subir al colchón que me llevaba a tu infierno empujado por los mil vientos de fuego que tu ausencia me producía. ¿Dónde estabas? ¡Yo qué iba a saber, si ni sabía que el aire me daba de respirar! ¡Qué horrible depender de algo tan absurdo para vivir, tan nimio, tan tonto! Sí, a mí también me gusta despreciar lo que no tengo.

¡A la hoguera con las estrellas que se han caído del cielo, joder! ¡Que las quemen todas y no quede ninguna!

Yo soy Luna y con el movimiento de mis caderas voy a hacer que suba la marea y que acabe con todos vosotros, voy a llamar la atención del Sol. Sí, yo soy Selene y selenita como ninguna y de mi amor voy a hacer de piedras lunares corazón.

Voy a pedirle a Zeus que esculpa en mí con sus rayos una reproducción de la belleza apolínea de Helios y si eso no funciona me tiraré de cabeza al mar para convertirme en sirena pero que nadie tape los oídos de mi apuesto Sol pues pienso seducirlo con mis cantos y engañarlo para que venga hasta mí.

Helios, querido, ven a por mí en tu carro y llévame hasta el infinito. Ocho tumbado. ¡Que le den a los mortales!










@SitaFreak

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Parece que la Luna se anima...
malorenzo ha dicho que…
¡Hala, quemas las estrellas! Yo les pido deseos cuando las veo caer, debe ser que no se te cumplen los deseos y ya te cansaste :P.
Paola Rico ha dicho que…
Se ha venido arriba ¡y de qué forma! ¡Mira! ¡Mira por la ventana!
Paola Rico ha dicho que…
Estoy tan emocionada porque hayas comentado que ni sé qué contestar... Pero, ¡no soy yo! ¡Es la Selene esta! :)

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